Cuando el profesor diseña la programación de un curso y define los objetivos didácticos del mismo, no sólo deber determinar los contenidos teóricos que conformarán el curso sino que también debe estructurar el conjunto de actividades que propondrá realizar al alumno, no solo como apoyo al aprendizaje de los contenidos, sino como herramienta para que alumno asuma determinadas metodologías de trabajo, aplique los procedimientos establecidos o desarrolle capacidades personales.
La evaluación del aprovechamiento que el alumno realiza del curso es fundamental a la hora de programar las actividades del mismo, por lo que normalmente se suelen diseñar actividades orientadas a la evaluación del nivel alcanzado por el alumno en diferentes aspectos.
Cualquier plataforma de eLearning que se precie, como así ocurre en Moodle, debe permitir al profesor realizar esta tarea de evaluación. Moodle estructura los elementos que conforman un cursos en dos grandes categorías, los Recursos, que son elementos que proporciona al alumno contenidos, ya sean en formato documento, formato multimedia o enlaces a páginas web internas o externas, y las Actividades, que tienen como características principales que requieren la participación activa del alumno y que es posible calificar individualmente la calidad de esta participación.
Por lo tanto, a la hora de crear un curso en Moodle hemos de pensar que cualquier actividad que diseñemos puede ser calificada, desde una simple Tarea fuera de línea hasta los Cuestionarios de preguntas, pasando por la participación en Foros o la creación de una Wiki o una Base de Datos de forma colaborativa.
El hecho de que cualquier actividad sea calificable no quiere decir que sea obligatoria su calificación; el Profesor, cuando planifica el curso debe decidir qué actividades realizará, cuáles serán actividades de práctica o ejercitación y cuáles serán calificadas.
El sistema de calificaciones de Moodle requiere de un cierto tiempo de dedicación para ser comprendido en su totalidad, pero también es cierto que una vez asumido y utilizado correctamente, se convierte en una de las herramientas que más interés despierta en los docentes, ya que permite automatizar casi totalmente la obtención de los informes de calificación finales de los estudiantes matriculados en el curso.
El proceso de calificación comienza cuando creamos una nueva Actividad; en el formulario que configura la misma, podemos definirla como evaluable y establecer el rango numérico de la posible calificación posterior. El profesor, una vez recibido el resultado de la actividad, debe calificarla dentro de este rango numérico preestablecido, lo que en términos coloquiales denominamos, poner nota.
Moodle estructura un sistema de calificación común a todas las actividades evaluables dentro de un curso, de manera que los valores de todas las actividades calificadas son depositados en un único repositorio denominado Libro de calificaciones, de manera que tanto el profesor como cualquiera de los alumnos puede conocer el estado de sus calificaciones en cada actividad de manera individual así como la calificación media de todas ellas.
Ahora bien, no debemos conformarnos con calificar las tareas de forma individual, sino que debemos ir más lejos y obtener calificaciones consolidadas según nuestros propios criterios de ponderación, es decir, debemos aspirar a poner notas medias ponderadas, ya sea por grupo de actividades o por temas, hasta incluso obtener una nota final del curso.
En este aspecto, el de la consolidación de calificaciones, Moodle permite crear para cada curso diferentes Categorías de calificación, de manera que podemos asignar cada Actividad evaluada a una de estas categorías, doentro dela cuakl se consolidará su calificación. Si nos preguntamos qué utilidad pueden tener las categorías de calificación, podemos establecer algunos casos a modo de ejemplo: un caso sería la necesidad de evaluar por separado diferentes aspectos de la evolución del alumno, por ejemplo, evaluar conocimientos de forma separada a la evaluación de los procedimientos, creando una categoría para cada uno de estos aspectos; otro sería crear una categoría donde se evalúen las actividades propuestas como ejercitación o pruebas, y otra donde se agrupen las calificaciones tomadas en cuenta para la calificación real del curso
Finalmente, todo proceso de calificación culmina con la presentación de los resultados; Moodle nos permite obtener informes de calificación para presentar al alumno, facilitando en este aspecto nuestro trabajo como profesor. En estos informes el alumno puede ver de forma detallada la calificación obtenida en cada una de las actividades realizadas.
En la enseñanza presencial en la que se utiliza Moodle como un complemento, el sistema de calificaciones de Moodle es una herramienta perfectamente válida si se utiliza inteligentemente junto a una actividad poco usada, la Tarea fuera de línea. Si la evaluación global del cursos se realiza a partir de actividades Moodle, pero también de actividades presenciales, si para cada una de esas actividades que normalmente se realizan fuera del entorno virtual creamos una Tarea fuera de línea y registramos en ella la calificación obtenida por el alumno, habremos conseguido un elemento único para la gestión de las calificaciones basado en el Libro de calificaciones de Moodle, obteniendo así todas las ventajas anteriormente mencionadas.
Como conclusión, la filosofía del sistema de calificaciones de un curso Moodle es lo suficientemente flexible y a la vez lo suficientemente sofisticada que permite la gestión integral del sistema de calificaciones tanto de un curso no presencial como de un curso presencial en el que Moodle es utilizado únicamente como elemento de apoyo.
Solo basta con comprobarlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario