Me he encontrado en no pocas ocasiones con docentes que generan vídeos didácticos para incorporar a sus cursos Moodle (u otras plataformas) y que posteriormente se encuentran en la duda de dónde alojar estos vídeos y que preguntan si es posible proteger los vídeos contra descarga.
La respuesta es "No", no hay un método 100% eficaz. Hagamos un repaso a la situación general.
Es bien sabido que Moodle permite subir los vídeos al propio servidor Moodle y servirlos desde allí, pero también es sabido que esto requiere un servidor más potente y con más espacio en disco, por no hablar del consumo de ancho de banda que en muchos hostings excesivamente económicos debe pagarse aparte si superamos el tráfico mensual establecido.
La respuesta es "No", no hay un método 100% eficaz. Hagamos un repaso a la situación general.
Es bien sabido que Moodle permite subir los vídeos al propio servidor Moodle y servirlos desde allí, pero también es sabido que esto requiere un servidor más potente y con más espacio en disco, por no hablar del consumo de ancho de banda que en muchos hostings excesivamente económicos debe pagarse aparte si superamos el tráfico mensual establecido.
Ante esta situación, la alternativa es colgar los vídeos en servidores de "streaming" externos e "incrustarlos" en las páginas de los diferentes módulos de los que Moodle dispone; el editor de Moodle, el TinyMCE, dispone de una opción para incrustar elementos multimedia, por no hablar del sistema de filtros de Moodle, que permite insertar un vídeo de Youtube simplemente escribiendo la URL del vídeo en cualquier página.
Pero aquí aparece un problema nuevo: los vídeos colgados en un servicio de las características de Youtube o de Vimeo no tienen ninguna protección contra descarga y por lo tanto, quien quiera mantener a salvo su creación considera un riesgo colgar los vídeos de producción propia en este tipo de servicios.
El problema es de difícil resolución, ya que los vídeos visionados mediante la tecnología de “streaming” se descargan como archivos temporales en el ordenador desde el que se visionan, de manera que existen multitud de aplicaciones que se limitan a capturar este archivo temporal y generar una copia perfectamente útil para su visionado y, por qué no, para su distribución.
Existen mecanismos para minimizar este riesgo, que no para eliminarlo totalmente; por ejemplo, en Youtube es posible subir un vídeo y ponerlo en estatus “Sin clasificar”, de manera que solo podrá acceder a él quien conozca la URL del mismo y no aparecerá en las búsquedas habituales de internet. Está claro que esta protección es bastante débil, ya que cualquier alumno puede difundir la la URL del vídeo, pero mejor esto que nada. En servicios como Vímeo es posible poner una clave al vídeo, de manera que solo lo podrán visionar (y descargar, no lo olvidemos) quien conozca la clave.
Así que deberemos ser más imaginativos y utilizar otros mecanismos, como, por ejemplo, poner una “marca de agua” al vídeo, algo que será técnicamente más fácil o complejo según el software de edición de vídeo que utilicemos, pero a muchos autores no les gusta porque rompe la estética del vídeo.
Personalmente, además de publicar mis vídeos didácticos “sin clasificar” en Youtube, he optado por insertar en los mismo publicidad de mis servicios en los vídeos de producción propia, al final del mismo o incluso al inicio. Indicar el autor y el copyright con el que queremos que esté protegido nuestro vídeo, el curso al que pertenece u otra información sobre nuestros servicios profesionales, permite, ante la posibilidad de que nuestro vídeo se difunda sin nuestro consentimiento, que paralelamente también se difunda nuestro trabajo; es posible que hasta encontremos nuevos clientes para nuestros cursos y que lo que en principio es un problema se convierta en una ventaja. Claro está que siempre hay quien puede editar el vídeo y eliminar esta parte, pero se trata de al menos no ponerlo fácil.
Además, ya puestos a perder la batalla, por qué no publicarlos con un copyright Creative Commons y que quien quiera distribuirlos que lo haga libremente, respetando las condiciones de esta licencia.
De todas maneras, hay quien es muy celoso de su producción, por lo que es necesario buscar alguna solución mejor para proteger nuestros vídeos de descargas indeseadas, que no pase por ir cada dos por tres a los tribunales.
Personalmente me gustaría disponer de un servidor de streaming privado para hacer pruebas y ver hasta donde se puede llegar. He oído hablar de PHPmotion, por lo que no descarto que en un próximo artículo hable de cómo me ha ido la experiencia con este producto.....
Pero aquí aparece un problema nuevo: los vídeos colgados en un servicio de las características de Youtube o de Vimeo no tienen ninguna protección contra descarga y por lo tanto, quien quiera mantener a salvo su creación considera un riesgo colgar los vídeos de producción propia en este tipo de servicios.
El problema es de difícil resolución, ya que los vídeos visionados mediante la tecnología de “streaming” se descargan como archivos temporales en el ordenador desde el que se visionan, de manera que existen multitud de aplicaciones que se limitan a capturar este archivo temporal y generar una copia perfectamente útil para su visionado y, por qué no, para su distribución.
Existen mecanismos para minimizar este riesgo, que no para eliminarlo totalmente; por ejemplo, en Youtube es posible subir un vídeo y ponerlo en estatus “Sin clasificar”, de manera que solo podrá acceder a él quien conozca la URL del mismo y no aparecerá en las búsquedas habituales de internet. Está claro que esta protección es bastante débil, ya que cualquier alumno puede difundir la la URL del vídeo, pero mejor esto que nada. En servicios como Vímeo es posible poner una clave al vídeo, de manera que solo lo podrán visionar (y descargar, no lo olvidemos) quien conozca la clave.
Así que deberemos ser más imaginativos y utilizar otros mecanismos, como, por ejemplo, poner una “marca de agua” al vídeo, algo que será técnicamente más fácil o complejo según el software de edición de vídeo que utilicemos, pero a muchos autores no les gusta porque rompe la estética del vídeo.
Personalmente, además de publicar mis vídeos didácticos “sin clasificar” en Youtube, he optado por insertar en los mismo publicidad de mis servicios en los vídeos de producción propia, al final del mismo o incluso al inicio. Indicar el autor y el copyright con el que queremos que esté protegido nuestro vídeo, el curso al que pertenece u otra información sobre nuestros servicios profesionales, permite, ante la posibilidad de que nuestro vídeo se difunda sin nuestro consentimiento, que paralelamente también se difunda nuestro trabajo; es posible que hasta encontremos nuevos clientes para nuestros cursos y que lo que en principio es un problema se convierta en una ventaja. Claro está que siempre hay quien puede editar el vídeo y eliminar esta parte, pero se trata de al menos no ponerlo fácil.
Además, ya puestos a perder la batalla, por qué no publicarlos con un copyright Creative Commons y que quien quiera distribuirlos que lo haga libremente, respetando las condiciones de esta licencia.
De todas maneras, hay quien es muy celoso de su producción, por lo que es necesario buscar alguna solución mejor para proteger nuestros vídeos de descargas indeseadas, que no pase por ir cada dos por tres a los tribunales.
Personalmente me gustaría disponer de un servidor de streaming privado para hacer pruebas y ver hasta donde se puede llegar. He oído hablar de PHPmotion, por lo que no descarto que en un próximo artículo hable de cómo me ha ido la experiencia con este producto.....
Vaya, me has hecho leer 1200 palabras y no me has resuelto el problema. Devuélveme mis 3 minutos de vida
ResponderEliminarjajajajaja
Eliminarjusto lo que estaba pensando...
EliminarGracias Cristian ;)
ResponderEliminarjajajaja chequen esto http://www.webestools.com/flv-player-free-flash-mp4-mov-h264-put-videos-on-your-website-streaming-video-player-flv.html
ResponderEliminarTAMBIEN A MI POR FAVOR DEVUELVEME MIS 3 MINUTOS DE VIDA; NO DICES NADA QUE NO SE SEPA.
ResponderEliminarLO PODIAS RESUMIR EN UN "NO TENGO IDEA"
Personalmente me gustaría disponer de un servidor de streaming privado para hacer pruebas y ver hasta donde se puede llegar. He oído hablar de PHPmotion, por lo que no descarto que en un próximo artículo hable de cómo me ha ido la experiencia con este producto..... topcultural.info/eduardo-lopez-de-romana/
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